viernes, 25 de diciembre de 2009

La verdad sobre la Navidad

Pues hoy voy a hablaros de la campaña de marketing y mentiras, que realizó la Iglesia en su momento para captar fieles.

La primera Navidad de la Historia se decretó, ya que no la celebró espontáneamente todo el mundo, más de 300 años después de la muerte de Jesús de Nazaret. Si alguno habíais pensado que la primera navidad fue el minuto cero de la era cristiana o sea el 25 de Diciembre del año 1 dC (que por cierto en el año 1 el año empezó el 25 de Diciembre y no el 1 de Enero?!) vais de cráneo.

Estamos en el año 325 dC, en la ciudad de Nicea (en la actual Turquía), un grupo de hombres ricos y poderosos, y por tanto funcionarios imperiales, llamados obispos cristianos, tienen una importantísima reunión de marketing y publicidad vital para su empresa: la recientemente legalizada Iglesia Católica. El llamado Concilio de Nicea.
El emperador Constantino regularizó el Cristianismo en 313 dC, una religión ampliamente difundida en la Parte Oriental del Imperio y en África, para atraerse a la ya importante facción de la aristocracia y clase adinerada romana que seguía dicha secta.

El dinero y los legionarios que pudo conseguir gracias a éste guiño a unas creencias que no compartía, le permitió imponerse en una de las muchas guerras civiles que sufrió el Bajo Imperio Romano entre distintos candidatos al trono imperial.

Antes os mencioné que el cristianismo estaba extendido sobre todo en la Parte Oriental del Imperio, ¿y en el resto?. En el resto la religión más extendida era el Mitraísmo, una religión sincrética que las Legiones habían importado de Persia en el siglo I aC.
Los tradicionales dioses latinos y griegos hacía tiempo que habían dejado de ser los favoritos de las masas. Desde el siglo III dC el Imperio vivía una profunda crisis socio-económica y se había inclinado hacia religiones salvadoras importadas de Oriente (Cristianismo, Mitraísmo, cultos de Isis y Cibeles, etc).
El Mitraísmo fue la más extendida durante el siglo III ya que era la favorita de los legionarios que viajaban por todo el Imperio. Su culto estaba especialmente arraigado en el Occidente del Imperio. Era el más firme competidor del Cristianismo entre 313 y 380, período durante las cuales ambas religiones fueron legales. Como los cristianos habían sido legalizados, necesitaban acabar con los adoradores de Mitra, para convertirse en la única religión del Imperio: sólo les llevó 67 años pasar de ilegales a monopolistas en la espiritualidad del mundo conocido. ¿Cómo lo consiguieron? Aplicando el famoso dicho: si no puedes vencerlos, únete a ellos.
La Iglesia utilizó dos tácticas: públicamente criminalizaba al resto de religiones, acusándolas de realizar sacrificios humanos y otras abominaciones varias. En reuniones internas, como en Nicea, se decidió adoptar todos aquellos aspectos de otras religiones que tenían una buena aceptación entre la plebe.

Al margen de que es Vox Populi que una lectura minuciosa de los evangelios apunta a que el nacimiento de Jesús acaeció en verano, nos haremos hincapié en lo que directamente se adulteró en lugar de lo que se dejó simplemente sin cuadrar las fechas. Hay un montón de aspectos del Mitraísmo y de otras religiones paganas que adoptó el cristianismo y que darían para varios artículos, pero centrémonos en lo que nos ocupa. El más importante dentro de dichos aspectos era una festividad que celebraban muchas religiones, pero que era la fundamental para los mitraístas. La fiesta del Solis Invictus, del Sol Victorioso. En ella se celebraba la muerte y resurrección del sol como fuente de vida. Era amplísimamente celebrada en el Occidente del Imperio, y sobre todo por las Legiones (un millón de hombres), para las que adorar a un Sol Victorioso les parecía un buen augurio cara a una vida de incertidumbre próxima a la muerte. Y adivinad en qué fecha se celebraba... En efecto, en el Solsticio de Invierno, es decir 21 de Diciembre.
Y es que en Nicea, se decidió fijar como fecha el Solsticio, que con el tiempo quedaría fijado junto con la Epifanía como nacimiento de Jesús. Con las idas y venidas que tuvo la doctrina cristiana en aquellos turbulentos siglos, la fecha varió algo, pero a inicios de la Edad Media, en todo Occidente se celebraba la Navidad el 25 de Diciembre. En Occidente fue donde el Edicto tuvo una mayor repercusión, pese a que estaba promulgado únicamente para Oriente (Nicea estaba en Oriente). En Oriente se siguió con alguna variación, por ejemplo, la Iglesia Armenia celebra la Navidad el 6 de Enero... Pero los Reyes Magos serán otro tema...
De éste modo cuando prohibieron el mitraísmo unas décadas más tarde, no le fue difícil a las legiones y demás adoradores de Mitra seguir, aunque adulterada con su celebración del Solsticio de Invierno...

2 comentarios:

  1. difiero en lo que se refiere al rigor astronómico para determinar el afelio y el perihelio identificándolos con los solsticios de verano y de invierno respectivamente.
    Es una matización un tanto puntillosa, quizá, pero el afelio (que es cuando la Tierra se encuentra más lejos del Sol), ocurre el 4 de Julio, y el solsticio de verano, el 21 de Junio; o sea que no coinciden por 13 días; y el perihelio (que es cuando estamos más cerca), ocurre el 4 de Enero, con una diferencia también de 13 ó 14 días con respecto al solsticio de invierno, que ocurre alrededor del 21 de Diciembre. Estos datos deben tomarse de forma muy aproximada, pues hay que tener en cuenta que el año no tiene un número exacto de días, y, por eso, además, existen los años bisiestos.
    Sobre el comienzo del año el 1 de Enero (las calendas de Enero), hablaremos otro día. Te adelanto que no tiene nada que ver con la religión, como piensa mucha gente, y sí, y mucho, con un pueblecito íbero al que le dió por querer construir unas murallas en contra del deseo de los romanos.

    ResponderEliminar
  2. ups, lo ultimo sobra, todo esto es la respuesta que me ha dado un conocido mio al leer tu artículo

    Muy buen blog, me gusta mucho.

    ResponderEliminar

Gracias por tu comentario.